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GABRIELA PUNÍN BURNEO

  • Foto del escritor: María Elisa Flores
    María Elisa Flores
  • 12 mar 2020
  • 6 Min. de lectura

Actualizado: 6 mar 2021


Foto cortesía de Gabriela Punín
Foto cortesía de Gabriela Punín

Foto cortesía Gabriela Punín



Sobre la artista

Gabriela Punín Burneo, artista visual (Loja-1979). Licenciada en arte y diseño por la UTPL. Máster en artes visuales y Doctora en arte y diseño con especialidad en BioArte por la UNAM de México. Se graduó con mención de honor al mérito académico y en 2014 fue proclamada “Mujer del Año” por su contribución al Arte en Ecuador. Su principal proyecto consiste en la elaboración de piel sintética a base de biopolímeros como material de arte y también para recubrimiento de prótesis. En 2012 obtuvo en el SENADI la patente de invención por biopolímeros a partir del almidón de yuca. Ha realizado exposiciones y ponencias a nivel nacional e internacional en Londres, México, Chile y Perú. Ha ejercido la docencia en arte por más de 12 años en la UTPL y es actualmente es la Jefa del Premio Nacional de Artes Mariano Aguilera. Gabriela Punín es una de las principales inventoras, investigadoras y conferencistas latinoamericanas en BioArte.


Sobre su obra

Tras dos años de arduas investigaciones multidisciplinares Gabriela obtiene la fórmula exacta que le permite producir un compuesto que sometido a varios procesos químicos toma la apariencia de una epidermis. Sus obras nacen como una práctica artística y científica a través de este material sintético desarrollado por ella junto a un grupo de científicos de la UTPL. En 2012 empieza a desarrollar su propuesta en BioArte adaptando el concepto de “piel” a sus obras. Para la artista la piel está llena de significaciones, de marcas y huellas que registran una memoria en el individuo. En cada una de sus muestras va desarrollando diferentes ejes temáticos que giran en torno a este concepto. Gabriela es una artista multifacética que ha logrado fusionar de manera muy particular el arte y la ciencia, en sus obras interactúan estas dos disciplinas logrando creaciones impactantes cargadas de metáforas. Toda su capacidad creativa se desarrolla entre el laboratorio de ciencia, los libros, sus investigaciones y su taller. Ella conjuga todos estos saberes a través del BioArte; mientras la ciencia le permite manipular y experimentar con el material, el arte le permite plasmar sus emociones y sensaciones en cada pieza. La artista nos presenta una nueva forma de hacer arte en el Ecuador; constantemente investiga, desarrolla y crea nuevos soportes y materiales de arte 100% biodegradables y amigables con el medio ambiente. Debido a las características del material sus creaciones son únicas y efímeras, para cada exposición produce material y obras diversas, lo único que se mantiene es el concepto. Gabriela desea visibilizar el arte como una práctica de investigación constante afirmando que la experimentación es primordial en la creación. Ella atraviesa toda barrera estética recreando la vida de manera artística y simbólica utilizando la piel como territorio de experimentación.


Trayectoria

El arte, la vida y la ciencia conviven en su obra a través de instalaciones que adaptan la obra al espacio por un tiempo determinado y que le permite al espectador interactuar con ésta generando una experiencia estética y sensorial. Su trabajo inicia con ideas que se graban en una bitácora a través de dibujos que posteriormente se trasformarán en instalaciones. Sus exposiciones llegan a ser viscerales, fuertes, impactantes, no coleccionables, ni comerciables, lo que se llama “el arte por el arte”. Su interés es exponer su trabajo de investigación y el desarrollo de su concepción artística. Sus obras son portadoras de conceptos sobre “la piel como superficie simbólica”, conceptos que le han dado infinitas posibilidades de representación. A través de ellas logra que el espectador mire su piel, que indague sobre ésta buscando esas huellas que lo han marcado. Cicatrices, tatuajes, piercings, quemaduras, mutilaciones, heridas, etc. nos permiten reflexionar sobre la fragilidad del ser humano, de esta manera la piel se trasforma en un lienzo que graba recuerdos y memorias, apariencias externas que reflejan memorias internas. Juega con la sensibilidad de quien mira su obra, nos conmueve y nos invita a reflexionar. Mirar sus exposiciones se vuelve una experiencia extrasensorial, a veces repulsiva por la crudeza de la imagen, otras veces sugestiva y fascinante, es imposible no inmutarse frente a ellas. Sus instalaciones llegan a captar la atención de manera espeluznante y atractiva a la vez.





La piel a partir de la experimentación del BioArte


“Identidad del Ser y los Rastros en la Piel”

Tatuajes y perforaciones (2012-2014)

A través de estas exposiciones empieza a desarrollar el concepto de identidad corporal, lo realiza mediante la exhibición de torsos humanos que se encuentran forrados con una piel sintética. Una piel que se presenta tatuada y perforada haciendo referencia a la automutilación del cuerpo que modifica la apariencia externa, una herida permanente en la piel. Tatuajes que cuentan historias grabadas en el cuerpo y memoria del sujeto. Otros torsos llevan la piel con marcas de intervenciones quirúrgicas, en ellas Gabriela reflexiona sobre el dolor que pueden dejar algunas cicatrices (no solo físicas sino emocionales). Estos primeros trabajos le permiten un acercamiento al material y la técnica que irá puliendo y desarrollando en sus siguientes instalaciones.



“Aquellos Cuerpos y Sincretismo Colectivo” (2014-2016)

Adentrándose en el concepto de la piel y las múltiples interpretaciones que esta le ofrece, sus siguientes obras abarcan intenciones más profundas y viscerales. En estas obras nos presenta una piel muy lastimada; con llagas, cicatrices, heridas frescas, cortes y laceraciones que nos muestran la profundidad de una herida. Pequeños detalles que le añaden dramatismo a sus obras como pus burbujeante, sangre de un color rojo intenso, hilos y suturas. En ellas desea transmitir sentimientos de dolor y sufrimiento interno que se exterioriza a través de estas heridas. En estas nuevas creaciones la artista realiza un proceso de catarsis personal, logra atravesar y superar un momento personal de profundo dolor emocional que se manifiesta en estas producciones de estilo “gore”. La crudeza visual es la característica principal en esta etapa de producción.



“Otra vida distintos seres”

Arte y ciencia (México,2016-2018)

En una renovada propuesta y sin abandonar su concepto artístico, la artista se centra en el desarrollo de una nueva muestra que la lleva a exhibir en la ciudad de Veracruz-México. En esta etapa desea destacar su proceso creativo dentro del BioArte fusionando la ciencia y el arte a través de obras que nos muestran el concepto que ha desarrollado por años. A través de pequeñas cajas y placas de cristal Petri usadas en el laboratorio apreciamos el proceso de crecimiento de la simbiosis (nombre científico del material que crea para su producción artística). En esta etapa ya no se evidencia el dolor físico presente en sus primeras obras, más bien observamos de manera fresca que el arte, la vida y la ciencia conviven en sus nuevas creaciones. Nos muestra obras que visualizan la alienación del ser humano frente a las nuevas tecnologías y sostiene que no hay límites en el arte. Manifiesta que un artista puede entrar a un laboratorio y aprovechar todas las posibilidades de descubrimiento que generan su creatividad y visión.



“Sujetos tóxicos y Espacio en el espacio” (2019)

Galería Espacio Cero en Chile

Luego de siete años de imparable trabajo y constante producción llega a un proceso de creación más sofisticado. Con más delicadeza y manejando una estética más estilizada retoma el concepto de la piel y las heridas, esta vez a través de obras menos agresivas visualmente. Una vez superado su propio dolor genera heridas más leves y casi imperceptibles con pequeños cortes apenas teñidos de sangre. De esta manera nos muestra el desvanecimiento del dolor mediante pedazos de piel que reposan sobre bandejas metálicas que flotan sobre un líquido amarillento dando la sensación de una nueva vida a través de la regeneración. En ellas manifiesta una metáfora con el propio ser humano que es capaz de resurgir y renacer de su dolor. Los títulos de las obras nos invitan a apreciar la evolución de sus objetos artísticos como una “piel con pocas heridas”.



“Biopensamiento del ser Alterno” (2020)

Querétaro-México

Dejando en pausa el concepto que hasta hace poco desarrollaba se adentra en un discurso más profundo y filosófico. Retoma el postulado de Heidegger sobre el ser y el ente otorgando a sus nuevas piezas un contexto más espiritual. El "biopensamiento" propone que la esencia es el ser como organismo vivo y es a partir de este concepto que parten sus últimas creaciones que actualmente se exhiben en una muestra conjunta con el artista mexicano Rubén Maya en la #GaleríaLibertad de la ciudad de México. Heidegger considera que lo importante es el ser, mientras que el ente o cuerpo físico pasa a segundo plano. A través de muchos ojos incrustados en esta piel sintética hace evidente las distintas miradas que existen alrededor del cuerpo. En sus últimas producciones su interés se centra en darle un significado al ser interior con una carga más espiritual y sensible que constituye al ser humano. En esta serie se evidencian pocas o nulas heridas, destacan los ojos que reposan sobre la simbiosis mostrando las distintas miradas que conforman el ser.




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