Sobre el artista
Hernán Illescas nació en la provincia de Azuay-Ecuador en el año de 1961. Su trabajo de investigación-creación se sitúa frente a la experimentación y transformación donde explora diferentes relaciones entre la imagen temática, la textura, el espacio, el cuerpo y los objetos cuando son transformados por la memoria y la experiencia dándole una identidad. Sus estudios de arte los realizó en la Universidad de Cuenca como también dentro y fuera del país. Su obra se ha destacado en la pintura, el dibujo, la cerámica, el arte urbano y proyectos culturales. Ha obtenido premios y menciones de honor, lo que ha destacado su actividad artística en sus treinta y ocho años de creación. Ha realizado más de 230 exposiciones, tanto individuales como colectivas en diferentes países como: Ecuador, Colombia, Perú, Argentina, México, Canadá, Estados Unidos, Alemania, Francia, Italia, España, Holanda, Suiza, Austria China y Corea.
Sobre la serie "Calentamiento Global"
La serie “Calentamiento global” se compone de 30 pinturas en acrílico sobre lienzo. Se expuso en el Museo del BID en Washington en abril del 2016. En esta serie, Illescas logra plasmar de manera sutil, su preocupación y desconcierto al ver los cambios irreversibles que se producen en el planeta por el manejo irracional de los recursos naturales. A través de su estilo simbolista, cristaliza en su pintura la contaminación de los mares, el desprendimiento de los icebergs y la muerte de miles de especies marinas. Uno de los símbolos recurrentes y que lo ha identificado a lo largo de su trayectoria artística, es el pez. Para Illescas los peces “son un mundo imaginario e infinito que no se termina de descubrir”. Un mundo marino grande y también religioso ya que este símbolo tiene muchas concepciones dentro de la iconografía religiosa. Con él ha creado y recreado durante toda su actividad artística de manera inconsciente, ya que es en el año 1997, cuando empezó a identificarlo dentro de su pintura gracias al análisis de un crítico de arte que le hizo notar este detalle particular. Para el artista no es un elemento meramente decorativo sino más bien un elemento cargado de simbolismo. Estas obras sacan a la luz su preocupación por el medio ambiente y el calentamiento global. La cromática juega entre los colores terracota y azule marino (un tanto sucio) que conjuntamente representan la contaminación del mar y la desesperación del pez. La grandeza del arte y su estilo simbolista le permiten plasmar esta temática sin desesperanza , sino mediante la sensibilidad de su pincelada. Algunos títulos evocan la imperfección que produce la contaminación en la belleza de la naturaleza. Entre 2015 y 2016 toma fuerza en el tema del medio ambiente con una vasta producción hasta el día de hoy.
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