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Galo Urbina

  • Foto del escritor: María Elisa Flores
    María Elisa Flores
  • 22 feb 2019
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 28 feb 2019



Foto cortesía de Galo Urbina

Luego de 25 años fuera del país y su retorno hace cuatro, #GaloUrbina nos presenta una nueva serie de pinturas al #óleo donde a través de la composición, el estudio del color, los detalles trabajados a través de la pincelada sugestiva y el dibujo, nos muestra un eclecticismo temático en el que mantiene su propio estilo, el expresionismo figurativo. Un estilo que lo viene trabajando y depurando hace más de 30 años, un estilo con características propias que reflejan la visión interna del artista a través de la expresión de su sentir.

La fusión de paisajes urbanos trabajados con gran perspectiva, pequeños personajes definidos a través del rasgo breve que se posan y danzan sobre globos, el desnudo femenino tratado con sutileza y sensualidad, flores llenas de textura a través del empaste, y el uso de la transparencia en el color lograda mediante finas veladuras, se fusionan en cada uno de sus lienzos pintados al óleo con gran esmero, constancia y disciplina.

Un trabajo técnico y minucioso que parte de los colores primarios que por medio de la mancha derivan en colores cuaternarios que mantienen la armonía en la pintura, ese es su sello particular. Urbina utiliza la nobleza del material y las posibilidades que le ofrece el óleo para crear su propia paleta cromática.

Un tema clásico en la pintura, las “Bañistas”, son interpretadas por Urbina en su obra “Estudio de bañistas” donde predomina la femineidad, el amarillo del sol, la transparencia del agua, la pose de las mujeres que se bañan en el río y que parecen mirar al espectador. En esta obra el artista logra el equilibrio entre ambos elementos, la figura humana y el paisaje que se integran en el fondo a través del juego de color.

En este conjunto de 14 obras, trabajadas a lo largo del 2018, donde Urbina plasma en cada obra más seriedad e investigación, rescata de manera prolífica y fecunda el oficio del pintor, un oficio que de a poco se va perdiendo por las nuevas conceptualizaciones del arte. Un oficio con alma y arte, con creación y búsqueda, con pasión y entrega, con aciertos y desaciertos, un oficio que se aprende con estudio e incesante trabajo. Un oficio que con el tiempo el artista lo ha transformado en destreza.




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